Caminaba por la calles de San Juan de Lurigancho tenía que ir
al negocio de mi madre de pronto me detuve vi a una mujer algo extraña que
caminaba de una manera no tan común ,la gente que pasaban por su costado la
miraba con mucho miedo como; ella sin embargo seguía su camino sin detenerse.
Entonces decidí acercarme a ella sin prejuicios de por medio
aunque estaba algo sucia y despeinada, me puse delante de ella. Primero le
pregunte su nombre; me respondió algo titubeante me llamo Carmen. Luego le
pregunte que hacía por estos lugares, ella muy segura de sí misma me dijo; yo
reciclo busco botellas de plástico para poder vivir.
Caminando con Carmen me contó que ella trabajaba todo el día
caminando por las calles buscando en la basura lo que otras personas botan sin
pensar que para ella significa dinero para vivir. Pude notarlo al antes que me lo dijiera , ella que sufre
de un leve retraso mental que de sobremanera afecta su labor aún más pero que no es
impedimento para salir adelante ,vive con su hermana la cual la obliga a
trabajar a pesar de su deficiencia mental y física porque sino no tendria un lugar donde vivir, ella no camina con
normalidad se le hace muy difícil, ha sufrido muchas caídas que la obligaron a estar en cama por semanas.
Todos los días para ella es un desafío nuevo recolectar la
mayor cantidad de botellas para luego venderlo al mejor costo para así poder
sobrevivir.
A sus 40 años de edad
lo que más anhela me dijo era aprender a escribir y a leer ya que nunca pudo hacerlo
debido a los problemas que la embargan
hasta el día de hoy.
Carmen por estos días sigue trabajando en lo del reciclaje chamba
es chamba eso no va a cambiar para ella, pero no pierde la esperanza que muy
pronto por fin podrá escribir su nombre sin ayuda de nadie.
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