Las trabajadoras del hogar

Columna de Opinión


Por: Mariella Escobar Navarro

Lima, 6 Mayo 2012

Por trabajo doméstico se entiende al que se presta dentro del hogar y para él, puede clasificarse en remunerado y no remunerado; se ha convertido en una opción de trabajo para un sector vulnerable de la población, principalmente mujeres, que se ven expuestas a tratos discriminatorios y a la explotación.

Estas medidas de justicia social suponen un importante avance para resolver la desprotección y discriminación laboral de este colectivo, pero abre muchas preguntas para los empleadores  y los propios trabajadores.  ¿Qué derechos tienen los trabajadores ¿ ¿Qué obligaciones tiene los empleadores?.

A nivel internacional se ha avanzado en  la protección de los derechos de los trabajadores del hogar, que en su conjunto integran disposiciones con la finalidad de reconocer derechos para los trabadores y establecer obligaciones para las autoridades.

Sin embargo existen muchas empleadas del hogar que trabajan sin contrato, sin vacaciones, sin horarios fijos, sin tener un régimen legal, tal vez algunas de ellas desconocen sobre el tema, sin tener noción sobre sus propios derechos, sus ochos horas, sus vacaciones pagada, al buen trato, y no al racismo por qué se sabe que la discriminación es una cruda realidad, sabemos que en muchas casa también existe esta prohibición y además se separan platos, cubiertos para las empleadas, y esta segregación se traslada a diversos clubes sociales, cuyo carácter exclusivo esconde una clara mezquindad, muchos socios ingresan con sus empleadas por que dependen totalmente de ellas para que atiendan a sus hijos, pero rechazan pagar la tarifa que corresponde a los invitados, se ha creado entonces la categoría de amas, que les permite ingresar, pero no usar instalaciones destinadas a los socios y su demás acompañantes. Muchos patrones o dueños de casa desconocen el sacrificio de ser una empleada del hogar, otras o muchas sacrifican su familia y a sus hijos por estar ocho horas otras más horas en una casa que no es suya, con hijos que no son de ellas, haciendo limpieza, sudando, y matando espalda, para tan solo fin de mes dar su dinero que a veces no alcanza a los 700 y sin un gesto de cariño por el agradecimiento a su trabajo, cuando las empleada del hogar comparten el mayor tiempo en la casa, teniendo un montón de funciones, lavar, planchar, cocinar, limpiar, otras cuidan a los hijos.

Las prácticas de segregación y explotación hacia las trabajadoras del hogar deben ser enfrentadas seriamente por las autoridades, sin esperar a que algún ciudadano se indigne por la situación que vivimos y sin esperar que estas mujeres sean explotadas por personas que tal vez tengas más poder adquisitivos que ellas y saber quererlas y valóralas como se lo merecen  porque al final todos somos iguales y de un mismo País.