viernes, 25 de mayo de 2012



 
Reciclando la noche

Por: Susana Orneta Estrada

Hace casi una década  Jorge Cunya con 56 años fue atrapado ese mundo de  drogas y delincuencia, su rostros cansado y frangido por el tiempo   decide abrirse  y contarme su cruel pasado:   estuve más de 10 años en el consume de drogas y 25 años en el barrios altos  hasta llegar a robar…”   mientras caminábamos por el jirón de la unión   vi que se detuvo en el cruce del Jr. Puno  y sé que do observando el pavimento frio donde ya sea un hombre durmiendo profundamente tal vez  por el cansancio o solo por el efecto  del alcohol, y solo dijo: yo dormía acá… por muchos años.

 
Sus manos  que  antes sostenían quetes de mariguana  ahora  cargan las cajas, bolsas y botellas que los comerciantes de jirón de la unión  les entregan para  que sean recicladas , pero la edad de Jorge ya  no está para cargar  kilo y kilos de cartones, pero sin embargo, el  no se limita y con una sonrisa   me da una respuesta de superación; pero Jorge no trabaja solo , Trinidad Huaman, una anciana de 71 años que es su actual pareja es quien lo ayuda a organizar estos pesados objetos que le entregan en grandes cantidades.

No recuerda cuando fue  que quedo huérfana solo sabe que era muy pequeña y desde entonces solo a conocido tragedia tras  tragedia:  tres de mis hijos fallecieron  el primero   falleció  a los 30 años  el segundo falleció a los 22 años  muy joven y mi último  a los 8 meses de nació ….

Ella lleva más de una década recogiendo  esos objetos que ya nadie lo usa, quizá  con esos ojos vio a Jorge a quien prácticamente recicló para darle una nueva vida. Ver  dos personas que se aman contra la adversidad  están  hermosa, pero  estos dos ancianos a pesar de la carencia  su amor esta perenne  y  se aprecia en cada  preocupación  que se dan ambos, a pesar de  de la cran diferencia de edades. El amor que brota en lugares in pensables del fondo del  reciclaje nace una rosa que es el amor.

Estos ancianos deben reunir una cantidad importante de objeto  reciclables para poder sobre vivir y criar   a la pequeña Sahomi, nieta de trinidad  cuya madre purga prisión por vender droga, cuando pregunte por su hija, me dijo: se llama  Luisa Yolanda  es mi hija pe, uno comete errores pero es mi hija ps , es mi hija la ultima y mi nieta es todo para mi…” sus ojos adormitados   se humedecen  y Jorge la abraza y ella  recibe ese abrazo con un beso, tal vez el beso más profundo y sincero que he podido  ver en mi vida.

Pues, el trabajo y el amor   de  Jorge y Trinidad se conjuga con  firmeza y mucha voluntad, a pesar  de las dificultades que ambos  han tenido que pasar; así que si camina por el jirón de la unión y de casualidad se topa  con esta pareja de ancianos en vez de una mirada esquiva regalé una sonrisa pues ellos son un gran ejemplo de lucha y tesón que realmente provoca una rendirá admiración.

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