Todos los días a trabajar, el mejor sustento son sus hijos, aprendió a ver el lado claro de la noche en medio de carros y gasolina. El mejor momento es la madrugada, donde no hay muchos carros y casi nadie a quien atender, la hora punta las tres de la madrugada, momento indicado de cualquier taxista para salir a trabajar o echarse un respiro y soñar un ratito.
Con sus amigos conversa cada vez puede, pero sus mejores amigos son sus compañeros de trabajo con quienes habla de sus experiencias amorosas y extraordinarias. Tomándose un cafecito y pan con queso, se relaja esperando al siguiente cliente.
Olor a mar en la madrugada de Villa María, colores tenues de los postes de luz en la oscuridad, presencia de neblina blanca espesa y rojiza, un frío que vuelve la piel de gallina, si no traes abrigo o una chompa dentro del uniforme sufrirás la consecuencias, la mejor solución, una gorrita y buen humor son los secretos de la buena comunión en el trabajo.
Silvia Rodriguez, directo de los cerros de Pamplona Alta, baja con dirección a Villa María para comenzar su trabajo habitual y mantener a su familia, con una sonrisa en los labios comienza su noche en el grifo con sus amigos. "Porque aquí no hay mujeres al menos en la madrugada, es un trabajo duro pero alguien tiene que hacerlo y quien mejor que yo, ayudo a mis niños en lo que pueda, en realidad lo daría todo por ellos".
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